En los últimos años, la democracia constitucional da muestras de debilidad generalizada. Reflejo paradigmático de esta situación es la erosión institucional y la progresiva fragilidad del Estado de Derecho. En este volumen se analiza de forma detenida este proceso dedicando particular atención al caso español. El propósito del autor es reflexionar sobre las dinámicas que han conducido a la crisis actual de las estructuras constitucionales y advertir de los riesgos que entraña el progresivo deterioro del Estado de Derecho.
La obra parte de una premisa clara: el equilibrio entre el principio democrático y el principio de legalidad ha sido progresivamente sustituido por una hipertrofia del primero, en detrimento del segundo. A través de un recorrido que conjuga el análisis jurídico con el contexto político y social, se argumenta que este desequilibrio ha propiciado la banalización de los límites institucionales y la normalización de prácticas que, bajo una apariencia democrática, socavan los pilares del orden constitucional.