Desde las decisiones del Congreso de La Haya de 1948, hasta los Tratados Constitucionales vigentes en el siglo xxi, la Unión se constituye como una Comunidad de Derecho, un proceso permanente de Integración Económica y unos pilares de Solidaridad Social y Cultural, que se amparan en un sistema institucional capaz de responder al mismo tiempo a normas de Derecho internacional y a normas de Derecho constitucional propio.
El horizonte de la Unión es precisamente el ideal federal que transcurre, desde sus orígenes, por una mayor profundización en las políticas comunes y en avanzar, por sucesivos pasos y con medios federativos inequívocos, en el ideal de conseguir una Federación real de Estados Unidos de Europa. El sueño de los fundadores, que sigue vivo, con las lógicas transformaciones generacionales, en la mayor parte de la opinión pública comunitaria.
Reformando la Unión los Estados miembros siguen utilizando la senda de reformar sus propias Constituciones internas...