«De un tuit a las páginas de The New York Times en menos de 24 horas.
De una captura de pantalla a una dimisión» escribía la prensa al día
siguiente. En 2015 aún no habíamos asistido a nada así: tormenta en
redes, rastreo de datos, acusaciones y fundido a negro. Al poco de su
nombramiento como concejal de cultura de Madrid, Guillermo Zapata,
acusado de antisemita, proetarra y neonazi se convertía en el dimitido
más rápido de una democracia que cambiaba así para siempre.
En la primera parte de Perfil bajo, Zapata exorciza la experiencia de
aquellos días convulsos: la angustia, los motivos de la dimision...........................