El gran descubrimiento del investigador continental es que, en definitiva, los pensadores americanos están preocupados y tratan con todas sus fuerzas de dar una respuesta a nuestros mismos problemas, y especialmente a aquel que, desde la época de la Escuela histórica, es el centro de la especulación continental, siendo común a las corrientes filosóficas como a las científicas: el problema de la experiencia jurídica.