La globalización digital de la economía ha tenido un efecto inmediato en los sistemas tributarios que, por una parte, se encuentran abocados a cambios estructurales, y a la par, tienen que garantizar la pervivencia de los principios de justicia tributaria. Los sistemas tributarios de los Estados Miembros de la Unión Europea pivotan en el principio de capacidad económica como medida de contribución al sostenimiento de los gastos públicos. Este modelo de sistema tributario ha resultado -y resulta-, eficaz en el ámbito de una económica tradicional donde la obligación de informar ocupa un lugar destacado en la lucha contra el fraude fiscal. Sin embargo, la rápida adopción de las nuevas tecnologías de la información y comunicación -las llamadas TICs-, por parte de los ciudadanos, las empresas y la Administración ha abierto un nuevo escenario en lo referente a los nuevos modelos de negocios, incidiendo en las relaciones entre la Administración tributaria y los contribuyentes. Estos modelos de negocios surgidos con las plataformas digitales son el ejemplo más claro del comercio transfronterizo. El papel que adoptan ....