El impacto de la Inteligencia Artificial (IA) en nuestra sociedad supone una verdadera revolución, que afecta a la totalidad de elementos e interrelaciones de la misma, pues estamos viviendo una época de transición de una civilización humana a una civilización tecnológica, con lo que ello conlleva, en especial porque se está poniendo en discusión la centralidad del ser humano. En este nuevo contexto, la IA es una herramienta al servicio del mencionado ser humano, que sin duda va a ser clave en la ayuda para resolver los grandes problemas (sanitario, ambiental, energético ), pero que no puede ni debe sustituirlo.