Las instituciones de la democracia representativa enfrentan un creciente proceso de descrédito y desafección que conduce a la búsqueda de mecanismos que permitan renovarla. El diseño defectuoso o el uso improvisado de algunos de estos ha generado nuevos problemas de representación, legitimidad y conexión entre ciudadanía políticas públicas.
En este escenario, el presente estudio se centra en el análisis de uno de ellos: la Iniciativa Legislativa Popular o Iniciativa de Agenda. Un instrumento de participación ciudadana que pese a su amplia presencia en los ordenamientos jurídicos de nuestro entorno, así como en el debate político actual, es objeto de una muy escasa atención formal. Adecuadamente configurado, este mecanismo debería ofrecer un reforzamiento recíproco de los principales actores de la democracia, contribuyendo a paliar la crisis de la representación y evitando los efectos de ruptura que pueden originar instrumentos de tipo directo como el referéndum.