La responsabilidad concursal del administrador social ha sido concebida por nuestro legislador con una doble finalidad: por un lado, convertirse en un elemento disuasorio para los administradores tendente a evitar conductas reprobables que generen o agraven la situación de insolvencia de la sociedad que administran y, por otro, como una suerte de herramienta ad extra de protección del acreedor social en caso de producirse finalmente tales conductas, ante las consecuencias patrimoniales que puede suponer para aquéllos la calificación de culpabilidad concursal.
Esta obra aborda los principales elementos jurídicos, procesales y sustantivos que permiten llevar a cabo un profundo análisis de este impacto que la responsabilidad concursal puede tener en el patrimonio del administrador: (i) la identificación de los elementos configuradores de la responsabilidad concursal tanto en el plano objetivo como en el subjetivo; (ii) la afección del patrimonio del órgano de administración ante las principales condenas de contenido netamente patrimonial a las que se puede enfrentar el administrador social en la sección de calificación; y (III) la pervivencia de su responsabilidad incluso tras la conclusión del concurso de la sociedad administrada, ex art. 241 TRLSC, encontrándonos ante interesantes reflexiones relativas a la correlación y efectos que se pueden derivar del escrutinio de la responsabilidad del administrador por ambas vías.