¿Quién no desearía recibir una herencia caída de un limbo?
Los cazadores de herencias, cazaherederos o cazatesoros son populares por contactar con personas que desconocen ser los herederos legítimos de un patrimonio sin reclamar. Pero esto es solo la parte final y más visible del iceberg. Detrás de este primer contacto se encuentra todo un arduo trabajo de investigación a la sombra llevado a cabo por el genealogista sucesorio.
Son varios los objetivos de este manual: cubrir el vacío bibliográfico existente en esta materia, descubrir los entresijos de esta disciplina que aúna genealogía y derecho sucesorio y que ha dado lugar a una nueva profesión de apenas tres décadas de existencia en España, así como dotar a esta nueva profesión de un marco teórico y práctico.