Sin duda el pasado, para la mayoría, no fue mejor, pero el hecho de haber mejorado no elimina la necesidad de mejorar, de arreglar los desperfectos, enfrentarse a las amenazas y combatir los excesos porque los derechos humanos y las constituciones que les dan forma no han caído del cielo ni se han dado todos de una vez, más bien son fruto de conquistas parciales logradas siempre cuesta arriba, frente a la pendiente. Las constituciones democráticas son el resultado de muchos esfuerzos y luchas, de mucho dolor y de eso va el libro.
Un conjunto de trabajos que tratan de problemas constitucionales reales, incluso me atrevería a decir básicos, pero útiles para descubrir la complejidad y comprender los desafíos a los que nos enfrentamos. Un libro escrito con lenguaje sencillo, dejándome llevar por el momento, sin una estructura clara y ordenada en el que agrupo, corregidos, escritos míos antiguos y los publico de nuevo. Un libro cómodo: se puede coger un texto y después otro sin seguir el orden impuesto en el índice porque todos tratan de lo mismo, de la necesidad de actuar, de decidir, de hacer porque si los derechos no avanzan desaparecen.