¿Cuáles fueron las circunstancias que llevaron a la reintroducción del Senado en la Constitución de la República Mexicana en 1875? ¿Cómo funcionaba ese cuerpo legislativo y cuál fue su papel en un esquema formal de división de poderes durante el gobierno de Porfirio Díaz? Éstas son algunas de las preguntas que examina Ángel Israel Limón Enríquez en este libro. A partir de una investigación archivística pormenorizada, Limón Enríquez traza una narración histórica que permite acercarnos a las prácticas legislativas de la época porfiriana. Con especial énfasis en el trabajo de la Comisión de Puntos Constitucionales, y, sobre todo, con un seguimiento puntual de la suerte de una iniciativa de reforma constitucional presentada al Congreso General por Justo Sierra en 1893.