CARRILLO DEL TESO, A. / RODRÍGUEZ GARCÍA, N. / PAHUL ROBREDO, M. Y OTROS
Las empresas, actores esenciales en nuestras sociedades y sistemas económicos y jurídicos, desenvuelven su existencia en un mundo globalizado y auspiciado por una realidad plagada de tecnología en constante avance, ambos incentivos para multiplicar las actividades e interacciones de las organizaciones que resultan cada vez más complejas. En este complicado escenario, la protección de las personas jurídicas para que puedan desarrollar su existencia y actividades se perfila como piedra angular y supone la identificación de los riesgos que permite prevenir y evitar la utilización de la propia organización para perpetrar conductas delictivas o que las mismas queden ocultas. Se recurre al cumplimiento normativo para conservar la reputación, privilegiar la integridad, combatir la corrupción y preservar la actividad lícita en ecosistemas cuya estructura puede transformarse en un ambiente fértil y propicio para la delincuencia.