El libro propone un enfoque alternativo para evitar la inflación crónica en economías como la argentina. Plantea reemplazar la discrecionalidad monetaria por una regla clara, estable y creíble.
Según Beltramo, la inflación persistente surge de una política monetaria sin anclaje. El Estado imprime dinero sin respaldo, generando pérdida de poder adquisitivo.
Una regla monetaria fija limitaría al Banco Central a emitir solo en función de ciertos parámetros preestablecidos y conocidos públicamente.
Por ejemplo, se podría emitir dinero solo en función del crecimiento del PBI real o del aumento de la demanda de dinero.
Esta regla no dependería de decisiones políticas cambiantes, sino de una fórmula clara que todos puedan prever y seguir.
Beltramo insiste en que sin previsibilidad monetaria, no hay inversión ni ahorro sostenido, porque la moneda pierde su rol como reserva de valor.
Critica las políticas que buscan controlar precios o salarios, ya que generan distorsiones pero no resuelven la causa de la inflación.
También cuestiona los acuerdos de precios como medida de corto plazo que solo pospone desequilibrios estructurales más profundos.
Una economía crece cuando hay reglas claras, incentivos correctos y una moneda que mantenga su valor a lo largo del tiempo.