Hablar de violación a tenor de casos mediáticamente expandidos parece haberse convertido en buque insignia de muchos debates (de esos que ponen a prueba la peculiar y variable escala de la sensibilidad social) así como de manifestaciones feministas y menos feministas. Pero no hemos llegado a la violación como materia de análisis y reflexión a causa de este humus crecido al amparo de la actualidad, sino a pesar de él: este ensayo pretende retomar, en parte, mi primer trabajo sobre la violencia sexual y los medios de información. Como han pasado muchos años (y mucha agua bajo los puentes) me ha parecido oportuno retomarlo por varias razones, siendo una de ellas, aunque tal vez no la principal, centrar la mirada cuando hemos conseguido apartar de ella el humo de las consignas, de las redes sociales y de la (por otro lado legítima) indignación. Pero la razón fundamental tal vez sea actualizar el tema de la violencia sexual e ir más allá de mi primer ensayo, que se limitaba a los medios de comunicación, y hacer un repaso a otros discursos históricos, como pueden ser el judicial, el bélico o el mitológico....