La ONU ha fijado para el 2030 unos objetivos de sostenibilidad a los que el mundo de las relaciones laborales no puede permanecer ajeno. La preocupación por el cambio climático debe implicar a todos los actores económicos y sociales para contribuir decisivamente a lo que la Organización Internacional del Trabajo ha denominado como transiciones justas. La negociación colectiva española ha supuesto un auténtico motor de cambio en los avances destinados a lograr un entorno más sostenible y respetuoso con la naturaleza y con las personas trabajadoras.