En marzo de 1892, di en Pisa una conferencia sobre Los delincuentes en el arte, que accediendo a corteses invitaciones, hube de repertir por entonces, con igual fortuna, en Verona, Florencia, Livorno, Volterra, y, en diciembre de 1895 en un frances temerario, en Bruselas.
Esta conferencia era a modo de rápida ojeada a las impresiones que, como psicólogo criminalista, conservaba de la lectura de novelas y representaciones dramáticas...