CAPÍTULO I. La prueba en el proceso judicial
CAPÍTULO II. Tipos de prueba
I. Ámbito civil
1. Interrogatorio de las partes
2. Documentos públicos
3. Documentos privados
4. Dictamen de peritos
II. Ámbito penal
1. La obtención de muestras de ADN
2. La rueda de reconocimiento en sede policial y judicial
3. La intervención telefónica
4. La intervención postal y de agenda telefónica
5. La entrada y registro domiciliario
6. La grabación de conversaciones y de imágenes
7. El careo
8. La inspección ocular
9. Los informes periciales
La pericial psiquiátrica/psicológica
10. Las declaraciones de los testigos
CAPÍTULO III. La carga de la prueba (onus probandi). Excepciones y peculiaridades
I. Ámbito civil
II. Ámbito penal
CAPÍTULO IV. La prueba digital
I. Formas de obtención o presentación de la prueba
II. Documento electrónico. Firma electrónica
III. La pericial informática
La prueba digital es aquella información obtenida o transmitida a través de un medio electrónico o dispositivo digital que sirve para acreditar la evidencia de un hecho de relevancia en cualquier orden jurisdiccional.
Los tiempos cambian, la sociedad evoluciona y las formas de comunicación entre los humanos también. Lo que antes se hacía a mano, ahora se hace a través de un Smartphone, de una Tablet o de un ordenador. Y por tanto, las conversaciones que se tienen actualmente también adquieren este formato. Es por ello que el sistema judicial ha tenido que adaptarse a las nuevas tecnologías, admitiendo como pruebas las que provenían de este tipo de terminales o aparatos, eso sí, siempre y cuando no fuera impugnado su origen o aún siéndolo, se presentara pericial que la acreditase.
En cuanto al resto de pruebas admitidas tanto en la vía civil como en la penal, la Sala Primera y Segunda van sentando cada año la nueva doctrina, también adaptada a los nuevos tiempos y actualizada, que será de aplicación en las decisiones judiciales de todos los tribunales. Todo ello lo podremos encontrar en este manual.