Todo lo que no quieres pero necesitas saber sobre el poder, la economía, la sociedad y las telecomunicaciones en la era de la información. La red no es libre, ni abierta ni democrática. Es un conjunto de servidores, conmutadores, satélites, antenas, routers y cables de fibra óptica controlados por un número cada vez más pequeño de empresas. Es un lenguaje y una burocracia de protocolos que hacen que las máquinas hablen, normas de circulación que conducen el tráfico, microdecisiones que definen su eficiencia. Si la consideramos un único proyecto llamado internet, podemos decir que es la infraestructura más grande jamás construida, y el sistema que define todos los aspectos de nuestra sociedad. Y sin embargo es secreta. Su tecnología está oculta, enterrada, sumergida o camuflada; sus algoritmos son opacos; sus microdecisiones son irrastreables. Los centros de datos que almacenan y procesan la información están ocultos y protegidos por armas, criptografía, propiedad intelectual y alambre de espino. La infraestructura crítica de nuestro tiempo está fuera de nuestra vista. No podemos comprender la lógica, la intención y el objetivo de lo que no vemos....