Al observar los aportes históricos sobre el estudio del delito, el delincuente, la víctima y el control social, se llega a una conclusión parcial, aunque generalmente aceptada: el sistema penal y de ejecución penal ha colapsado en su concepción y métodos.
Tal colapso se fundamenta en una secuencia repetida e ininterrumpida de errores, que el autor de este libro, en un lenguaje sencillo y ejemplificante, nos destaca, realizando propuestas basadas en aportes científicos, algo que, paradójicamente, no representa en gran medida el fundamento utilizado en el diseño e implementación de las políticas públicas antidelictivas de la mayoría de las naciones. ¿Por que´? Porque se sigue creyendo que la única respuesta en contra de las conductas delictivas, viene dada solo desde la abstracción y valoración jurídica de la acción humana enmarcada en la norma penal.
A pesar de la modernidad y los innumerables cambios sociales derivados de esta, se sigue imputando, juzgando y sancionando el delito y al individuo sin contemplación de otro tipo de aspectos relacionados con este.