OVEJERO PUENTE, A. Mª. (COORDINADORA)
Los principios Ruggie apostaron por la autorregulación empresarial como método más eficaz para conseguir que las empresas respeten los derechos humanos cuando desarrollan sus negocios de forma global, complementando así los sistemas tradicionales de protección. En este volumen se analizan ejemplos de cómo las empresas han realizado este tipo de actuación responsable y respetuosa de los derechos humanos en distintos sectores industriales. Estos «planes» empresariales, que son normas de soft law, han demostrado su utilidad y su capacidad de producir obligaciones jurídicas para las empresas al margen de los procesos tradicionales, constitucionales y democráticos de producción del Derecho. El balance actual sobre el grado de cumplimiento de los principios Ruggie por parte de las empresas multinacionales es positivo, pues se ha generado un importante cambio en la forma de desarrollo de los negocios internacionales, gracias a la introducción de elementos de ética empresarial. Los principios Ruggie han fomentado una nueva forma de relación de las multinacionales con los ciudadanos (ya sean trabajadores, clientes, consumidores, etc) y con los poderes del Estado, en la que los derechos humanos han vuelto a ser el centro y el objetivo de todo debate.