No era un verdadero rey. No hizo justicia. Justicia. Para eso son los reyes
(Tormenta de espadas)
Canción de Hielo y Fuego tiene como hito fundacional el planteamiento de un problema de justicia... y de Derecho: ¿a quién le corresponde el Trono de Hierro?
La historia comienza en el momento en el que el monarca de los Siete Reinos de Poniente, Robert Baratheon, visita Invernalia para pedir, convencer y, si fuera necesario, ordenar a Eddar Stark que sea la Mano del Rey. La anterior Mano ha muerto en extrañas circunstancias y, en los convulsos tiempos que se avecinan, el Rey necesita a alguien de confianza junto a él. Nadie mejor que su viejo amigo Ned, para que ocupe el cargo vacante.
Poco a poco se irá desvelando que Robert Baratheon llegó al Trono de Hierro después de haber depuesto al tiránico Rey Aerys II Targaryen, que pasó a la historia como el Rey Loco. El cruel y desquiciado reinado había generado un enorme descontento. Un sector de la corte ansiaba la inmediata sucesión en el Trono de Rhaegar Targaryen, príncipe de Rocadragón. Es posible, incluso, que éste impulsara el Gran Torneo que Lord Whent organizó en Harrenhal para sondear sus posibles apoyos entre los caballeros de los Siete Reinos. El épico torneo, que reunió a lo mejor de las Casas de los Siete Reinos, no tuvo consecuencias relevantes, aunque pudo alimentar la caldera a presión en que se estaba convirtiendo Poniente1).