El Derecho penal tributario es una disciplina autónoma, con independencia dogmática, de principios y, sobre todo, conceptual, en la que cualquier perspectiva sesgada conduce, por sobre todas las cosas, a soluciones injustas. El Derecho penal económico es un ámbito que escapa a la disciplina penal tradicional y que, insisto, por coyuntura o normativa, precisa de herramientas dogmáticas diferenciadas, y de mucha sofisticación.