Los delitos contra la propiedad, especialmente el hurto y el robo, han sido objeto de un gran número de las reformas experimentadas por el Código Penal desde su aprobación en 1995. Aunque, como reconoce el propio legislador, en los supuestos de hurto estamos generalmente ante delitos leves, todas sus reformas han seguido una línea expansiva, tanto en el número de supuestos agravados como en la naturaleza y duración de las penas previstas, a fin de dar una respuesta penal a delitos que, 'a pesar de su aparente menor gravedad, provocan una mayor sensación de inseguridad ciudadana'.
Este trabajo tiene como objeto el estudio de los delitos de hurto y de furtum possessionis desde una perspectiva principalmente dogmática, aunque sin obviar las importantes cuestiones de política criminal planteadas. Mediante el análisis de los diferentes argumentos y contraargumentos de las principales posturas doctrinales y jurisprudenciales sobre las cuestiones esenciales de estos delitos, se pretende ofrecer una interpretación fundamentada y argumentada que contribuya a la correcta interpretación y aplicación de estos en el marco de un Estado social y de Derecho.