Las leyes penales y las concepciones jurídicas no permanecen estáticas en el curso de los tiempos. La "valoración jurídica que acuña una conducta humana convirtiéndola en delito, depende de las convicciones morales, las costumbres tradicionales y las necesidades practicas del pueblo. Esto se encuentra a su vez condicionado por el tiempo, el lugar y el carácter del pueblo". Por lo tanto el contenido del concepto del delito cambia.