Resulta indudable el interés que despiertan los supuestos de acoso escolar que, por desgracia, se continúan produciendo. Igualmente es constatable la pasión que envuelve todo lo relativo a la educación, tanto en cuanto a los valores que deben transmitirse como a la delimitación entre lo público y lo privado. Como tercer elemento, son evidentes las dudas y dificultades prácticas existentes en torno a la responsabilidad patrimonial de la Administración.
En esta obra se pone la lupa sobre la interrelación entre los tres conceptos: servicio público educativo, acoso escolar y responsabilidad patrimonial. Son muchos los interrogantes que se plantean: ¿Qué alcance tiene la responsabilidad patrimonial de la Administración? ¿Cabe exigirla por el acoso producido en un centro privado? ¿Cómo inciden posibles incumplimientos de los intervinientes en el proceso educativo como docentes, padres o tutores o los propios alumnos?...