¿Por qué un libro entero sobre la sucesión? La sucesión mortis causa regula la atribución de bienes después de la muerte. La disciplina de sucesión satisface así dos intereses complementarios: ? el interés privado del difunto en cuanto a disponer de sus bienes por el tiempo que deja de vivir, y ? el interés público del Estado de que, tras la muerte del sujeto, los activos no se conviertan en res nullius. Desde que el mundo es mundo, el hombre ha tenido la aspiración ilusoria de dejar algo de sí mismo más allá de la muerte, deshacerse de los bienes y dictar disposiciones, como si todo esto sirviera para dejar un profundo rastro en las generaciones venideras. Por otro lado, el Estado tiene interés en evitar que los ciudadanos ad arma ruant tomen posesión de bienes relictos, creando así conflictos y desorden social. Para el estado, la regulación de la sucesión es una cuestión de orden público. Para el particular, la satisfacción de un interés personal y material. Y el derecho de sucesiones satisface y protege un tercer interés: el interés de la familia. La disciplina de sucesiones, como veremos, sanci