La mediación es hoy la estrella emergente en el ámbito de las ADR/MASC. Frente a los crecientes problemas que generan otras instituciones como el arbitraje, la mediación ofrece una respuesta que, tanto por su génesis, como por su coste, o por el nivel de satisfacción que aporta a las partes involucradas en la controversia, no encuentra parangón. Sin embargo, las virtudes que acompañan a la mediación, no ocultan las dificultades que enfrenta la institución para hacerse visible en la realidad diaria de los ciudadanos, ni las diferencias y problemas de todo tipo que acompaña a su regulación en el plano comparado. Tanto su propia denominación -en Iberoamérica, por ejemplo, está extendido el uso del término conciliación en detrimento del de mediación-, como su naturaleza y tipos, las materias susceptibles de ser sometidas a mediación, las obligaciones y deberes del mediador y de los participantes en la mediación, o los efectos del acuerdo alcanzado en el marco de ella, encuentran respuestas diversas en los distintos ordenamientos...