Los materiales bibliográficos especiales (como mapas, láminas y estampas, manuscritos, diapositivas, partituras, microfilms, grabaciones sonoras -discos, casetes, cedés...-, vídeos y archivos de ordenador) constituyen un terreno novedoso y algo insospechado dentro del campo de la biblioteconomía. La rápida evolución de la sociedad y de sus instituciones culturales ha obligado de alguna manera a prestarles la atención que merecen.