El derecho de consumo es un buen amigo que nos acompaña allá donde vayamos, en prácticamente cualquier gestión de la vida moderna. Es un derecho práctico, útil, vibrante, y en constante movimiento. Es una de las ramas del derecho que más rápido ha evolucionado en las últimas décadas. Parece lógico que así sea: en una economía capitalista, el libre mercado y los consumidores son las dos caras de una misma moneda. Es prácticamente imposible desempeñarnos en nuestro moderno modus vivendi del siglo XXI sin acudir a la adquisición de bienes y servicios disponibles en el mercado, desde alimentos hasta teléfonos móviles, pasando por medicamentos, ropa, electricidad, viajes, redes sociales o servicios de streaming. De este modo, cada vez es más difícil ser ciudadano y no ser, a la vez, consumidor y usuario. Por este motivo, la protección al consumidor se ha convertido en una de las señas políticas de la Unión Europea, y en un principio general de nuestro ordenamiento jurídico, que permea prácticamente cualquier área de la actividad económica. Estas premisas se encuentran presentes en el espíritu de este trabajo.
La presente obra nace con la vocación de investigar no solo las bases del derecho de consumo, sino, también, de señalar su alcance hacia multitud de otras áreas a donde también llega la protección a los consumidores. Esto incluye campos en plena ebullición y constante desarrollo: juego de azar y apuestas en línea, contenidos y servicios digitales, préstamos hipotecarios y de consumo, o protección al viajero, entre otros.