El contexto presentado obliga a pensar desde estas líneas introductorias si efectivamente nos hallamos en la coyuntura histórico-política adecuada para plantear la necesidad del avance de la dimensión social europea y el papel que en ello podrían jugar las libertades de circulación y establecimiento. Respecto a la idoneidad temporal para promover los grandes cambios políticos debe tenerse presente que ha sido causa subyacente a las más trascendentales decisiones asumidas desde los propios comienzos de la Comunidad europea y así lo reconocía Monnet en sus Memoirs -y nosotros hemos querido evidenciarlo también en nuestra selección de citas iniciales-. Por tanto, a la cuestión sobre la adecuación de la propuesta de cambio, nuestra respuesta, sin titubeos, debe ser afirmativa. En las perpetuas discusiones académicas -y políticas- que desde hace aproximadamente cuatro décadas se producen respecto del proceso deslegitimador en que se haya Europa, y frente a posturas tremendamente pesimistas que vislumbran el principio del fin de la UE, existen otras de signo positivo que albergan la esperanza de construir, de una vez por todas, democrática y socialmente a Europa....