Esta obra, fruto de años de investigación, contribuye a clarificar cómo se lleva a cabo, en el actual sistema de regulación bancaria, una tarea pública tan compleja como es la supervisión de las entidades de crédito, sus debilidades, y las posibles soluciones que las futuras reformas normativas deberían incorporar para superarlas.
Para conseguir su objetivo, la autora analiza el nuevo sistema europeo de supervisión bancaria, abordándolo desde la perspectiva del Derecho Administrativo. La nueva regulación europea se caracteriza por una pluralidad de fuentes de normas e instrumentos técnicos, poniendo de manifiesto el mosaico en el que convergen funciones administrativas y competencias de diversas autoridades, nacionales y europeas. El funcionamiento del Mecanismo Único de Supervisión (MUS), que se describe con detenimiento en el libro en cuanto nueva figura en el panorama institucional europeo, revela puntos débiles susceptibles de mejora.