La sociedad anónima, la gran máquina del siglo XX que ha sido, es y será uno de los pilares fundamentales del crecimiento económico ha venido demandando marcos legislativos que faciliten y permitan mejorar sus resultados, en beneficio de sus accionistas. La mejora de los resultados de las sociedades anónimas en el siglo XXI no entiende de países ni de fronteras y se desarrolla en un mundo económico regionalizado y que tiende a la irremediablemente a la globalización. Esta mejora de los resultados encuentra en la fusión de sociedades anónimas uno de sus grandes aliados, mostrándose como un medio apropiado para mejorar su eficiencia y rentabilidad. A su vez, los entornos regionalizados, buscan propiciar la interacción de sus agentes económicos como medio para su consolidación. En nuestro entorno, la Unión Europea ha venido mostrando un gran interés en promulgar una normativa que permita esa consolidación, facilitando la interacción de sus agentes económicos...