La prueba es, sin duda, el trámite o la fase procesal más determinante dentro de un litigio. Sin prueba no hay sentencia que pueda estimar las pretensiones de la parte. La presente monografía no aborda únicamente la práctica de la prueba desde una perspectiva técnico-jurídica sino que aporta otros muchos elementos que el abogado necesariamente debe de conocer: relevancia y admisibilidad de la misma, su exclusión, la psicología del testimonio, la aportación procesal de correspondencia entre letrados, etc.