Las bibliotecas encaran un futuro cuya determinación es incierta pero que, indefectiblemente, pasa por ser una caja de herramientas para las personas.
Los útiles que tienen las bibliotecas son, entre otros, la cultura, la ciencia, el lenguaje y los propios sujetos con sus mejores cualidades. Las bibliotecas considerarán para su progreso la innovación, la racionalidad, la emocionalidad, la ética y otras. También meditarán los riesgos que pueden debilitar la legitimidad y fiabilidad que las bibliotecas actualmente tienen para el público.
Finalmente, los valores que atiendan las bibliotecas harán que se conviertan en una institución esencial para la mejora de los individuos y de la sociedad que sirven.