Una simple mirada a un mapa de la Península Ibérica nos indica que Galicia forma una región natural con unos límites muy bien dibujados, el océano por el norte y el oeste, una cadena montañosa por el este, y por el sur el río Miño y más montañas de ásperos caracteres, propios de un territorio de frontera. Una forma cuadrangular perfectamente acoplada al ángulo noroccidental, en la que su territorio, caracterizado tradicionalmente por una sociedad rural, ha sufrido profundos cambios en su modelo de asentamiento poblacional al compás de las distintas normas urbanísticas vigentes en cada momento. A lo largo de estos años, en Galicia se ha venido presenciando un panorama municipal claramente dual. Dos modelos diferenciados en razón de factores sociales, económicos, culturales y territoriales. Un modelo urbano y un modelo rural. Han crecido los tamaños de las ciudades y la difusión de modelos periurbanos de transformación de suelo. El tema del consumo de suelo y de la identificación de reglas para su contención ha atraído en los últimos años gran atención....