Antonio Gasparetto Junior estudió la inclusión del Estado de Sitio en la Constitución de 1891. Esta figura constitucional significó un suceso trascendental en Brasil, ya que fue utilizada 44 veces y permaneció vigente en un 20% de los 39 años que duro la Primera República (1889-1891). El libro discute su implementación en la ley brasileña y nos explica los usos y abusos del Estado de Sitio de Deodoro da Fonseca hasta Washington Luis. A partir de un abordaje institucional, Gasparetto explora una variedad de cuestiones más exhaustivas, como la circulación transnacional de modelos jurídicos o el autoritarismo de la Primera República. La Constitución de Brasil, de tendencia estadounidense, estuvo regulada con rasgos de centralismo y autoritarismo francés. El Estado de Sitio, justificado originalmente en caso de invasión extranjera, fue tergiversado y usado en la conservación del orden social interno. A lo largo de la República, el Estado de Sitio sirvió como herramienta para reforzar el poder federal, como también para eliminar a los indeseables de las calles de la Capital Federal y descartar a los adversarios políticos. Según Gasparetto, el Estado de Sitio fue responsable de la muerte de cerca de 15.000 personas, entre los más vulnerables de la población urbana, y por el destierro de tantas otras. Esto demuestra, sin duda, que se trata de una investigación importante para este periodo crucial de la construcción republicana y de la cultura política y jurídica de Brasil. Armelle Enders Profesora Titular de Historia Contemporánea de la Université Paris-8-Vincennes-Saint-Denis / Institut d?Histoire du Temps Présent.