El autor es Rafael Mir Jordano, inclasificable persona -tampoco Unamuno quería que lo clasificaran-, pues es un hombre de múltiples actividades: Abogado, profesor de Derecho (de varias ramas jurídicas), escritor de materias jurídicas, gestor cultural (como dicen las solapas de algunos de sus libros), académico en activo y, quizá sobre todo, escritor de Literatura. Nace en Córdoba en 1930, siendo el mayor de cuatro hermanos, que, muy jóvenes, quedan huérfanos de padre; culmina sus estudios en la Universidad Complutense de Madrid Derecho y Ciencias políticas, tras una primera etapa en la Universidad sevillana. Desde su juventud, en unos tiempos difíciles, destaca por su actividad cultural, fundando una revista poética en Madrid y otra literaria en Córdoba, tomando contacto con autores que colaboran en ellas: Antonio Gala, Gloria Fuertes, Antonio Buero, Gabriel Celaya, Enrique Tierno, etc., así como participando en grupos de debate sobre cine y teatro.
Desde 1973 enseña Derecho civil y Derecho mercantil en el Colegio Universitario de Córdoba, precisamente poco después de que este prologuista, entonces joven licenciado, lo abandonase para estudiar en Italia. Compatibiliza Rafael Mir esta actividad con la Abogacía y la Literatura, impartiendo además múltiples conferencias...