Nuestro sistema alimentario global se basa mayoritariamente en las prácticas insostenibles de la agricultura industrial, es una notable fuente de gases de efecto invernadero, se halla controlado por un puñado de grandes empresas transnacionales y produce alimentos poco saludables. La agroecología es una solución a estos problemas cada vez más acuciantes.
Tras décadas de menosprecio por parte de las instituciones dominantes, y de defensa poco visibilizada por parte de los movimientos sociales, de algunos científicos y agricultores, súbitamente la agroecología se ha puesto de moda. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), varias agencias gubernamentales, y hasta alguna transnacional, han querido subirse a este tren...